En esto creemos
La Biblia, la Palabra de Dios
Creemos en un Solo Dios, creador de todas las cosas y por quien ellas subsisten, ante quién debemos dar cuenta de nuestra vida y obra.
Creemos en el Señor Jesucristo que es: Verdeadero Dios, segunda persona de la Trinidad, es decir, Hijo unigénito de Dios; único Redentor de la humanidad; única cabeza de su Iglesia, y único jefe de su pueblo redimido; único mediador entre Dios y los hombres.
Creemos en el Espiritu Santo, que juntamente con Dios Padre y Dios Hijo es verdadero Dios eterno, y que estas tres personas constituyen una sola y perfecta unidad.
Cremos que el sacrificio del Señor Jesucristo en la cruz es completo y suficiente para reconciliar a las almas con Dios; que él resucito y vive para siempre, y esperamos su muy inminente regreso.
Creemos que la bienaventurada virgen María, madre de Jesús, fue la mujer más altamente favorecida por Dios y bendita entre las mujeres por ser ella medio para dar a luz al Hijo de Dios forma humana, y como tal la aceptamos y creemos todo lo que dice el Nuevo Testamento.
Creemos que la Santa Biblia, libro inspirado por Dios mediante la acción del Espiritu Santo, es el único fundamento, la única regla de fe y doctrina para el verdadero cristiano. Creemos que cada persona tiene el derecho a leerla y estudiarla, como asimismo que tiene el deber de sus santas enseñanzas.
Creemos que la confesión de los pecados debe hacerse solo a Dios, contra quien hemos pecado, y que Él otorga perdón verdadero a todos los que se allegan a Él con sincero arrepentimiento y fe en el Señor Jesucristo.
Creemos en el bautismo por inmersión, en su significado bíblico de identificación con lamuerte y resurrección del Señor Jesucristo, que es un acto de obediencia que puede realizar toda persona consiente de sus actos, previo reconocimiento del Señor Jesucristo como Salvador personal.
Creemos que este acto es un testimonio de la identificación consciente y real del verdadero cristiano con su Señor.
Creemos que la resurrección de los muertos, en la eterna felicidad en el cielo, de los que creen en Cristo como su Salvador personal, y en la eterna perdición en el infierno de los que rechazan consientemente y deliberadamente el amor y la gracia de Dios ofrecida por medio del Señor Jesucristo.
DECLARAMOS que nuestras creencias están basadas exclusivamente en la Biblia, libro inspirado por Dios, en su canon completo (66 libros) , y que nuestra prédica se substancia únicamente en lo que ella dice.
Fuente: “Entorno a Nuestros Primeros Pasos” Carlos A. Bisio. Editorial LEC 1992
Principios Congregacionales
No aceptamos ningún nombre que no sea común e inclusivo de todos los creyentes, y por lo tanto rehusamos reconocer denominaciones originadas en los hombres.
Reconocemos y ponemos en práctica la verdad escritural de la unidad de la Iglesia de Dios, que es cuerpo de Cristo, del cual Él es la cabeza, y cada creyente un miembro.
No aceptamos ninguna autoridad sino la de la Palabra de Dios, tanto para la manera de reunirnos como para el mantenimiento del orden reverente en nuestras reuniones.
Somos inflexiblemente leales a la presona y obra del Señor Jesucristo.
Recibimos y damos la diestra de comunión en las asambleas a todos aquellos a quienes Cristo ha recibido en la Iglesia.
Observamos en manera escritural las ordenanzas dadas a la Iglesia por el Señor Jesucristo.
Gozamos de lubertad para el ejercicio del sacerdocio de todos los creyentes y damos lugar para el desarrollo de todos los dones vigentes dados por Cristo a la Iglesia.
Nuestra actividad evangelística, está gobernada por los principios encontrados en la palabra de Dios.
Fuente: “Entorno a Nuestros Primeros Pasos” Carlos A. Bisio. Editorial LEC 1992
Raices y Propósitos
(Extraido textual de la revista )Abocados a la elaboración de los propósitos de la edición de esta serie de fascículos coleccionables – que, entendemos, serán de bendición a las distintas generaciones del pueblo de Dios – dimos con este Editorial del Sendero del Creyente, octubre de 1935, p. 225-226. Fruto de la pluma del recordado hermano Jorge French evidencia que, los propósitos que nos animan y preocupan, no son el resultado de vivencias partidistas presentes. Demuestra que el movimiento conocido como “los hermanos” recurrentemente se ha visto en la situación de reexaminar sus orígenes: esto es el mantener un continuo vinculo con sus raíces. No se pretende dar origen a algo nuevo, sino más bien a través de un fuerte vinculo con el tallo escritural desarrollado en el siglo pasado llegar hasta su enraizamiento en la época apostólica.
Hace mucho tiempo que estábamos pensando en la conveniencia, casi la necesidad, de invitar la atención de los hermanos sobreveedores en las Asambleas que se reúnen al Nombre del Señor Jesucristo, acerca de la importancia de impartir enseñanza en las iglesias respecto a la razón de la existencia de las mismas; vale decir, la razón porque los creyentes que las componen no se hacen miembros de otras entidades religiosas ya existentes.
Dios nos ha dado, amplia enseñanza en su Santa Palabra sobre el particular e impone la responsabilidad sobre los hermanos sobreveedores que el mismo ha colocado en cada Asamblea (Hechos 20:28) de ser buenos dispensadores de las verdades divinas, que tracen bien la palabra de verdad (2 Tim. 2:15) y ¡ay! de aquel que, ocupan do el lugar, no cumpla los propósitos de Dios en este sentido, dejando a la grey a la merced de cualquier viento de doctrina, equivocada o falsa, que so plare. No habrá excusa posible. Deben los hermanos sobreveedores cono cer, a fondo, la base de la iglesia, su constitución, el orden en ella, sus principios de congregación, su vocación, su presente y su futuro. Pero además de obtener estos conocimientos mediante el detenido estudio de las Sagradas Escrituras deberán tener la fa cultad para expresar con sencillez y claridad evidente esas verdades para la buena comprensión de todos.
Igualmente deberán preparar su corazón ante Dios de manera que sea tierno y cariñoso para apacentar (no ahuyentar) la grey.
No nos olvidemos que existe un doble y grave peligro: de un lado la falta de enseñanza de manera que los creyentes nada sepan respecto a los principios de reunión, y del otro, un espíritu tan exclusivo que, aunque se niegue en palabra, en hecho se cons tituye otra de las tantas sectas. Hay que vigilar en contra de ambos peligros o errores tan desagradables para Dios.
Permítasenos decir que no aceptamos el apodo de “Hermanos libres” con que se nos ha tildado. Es interesante e instructivo notar que en el informe parlamentario del censo en Inglaterra, ano 1851, en el capitulo sobre “Culto religioso” aparece la siguiente definición de las iglesias que el informe llama “Los Hermanos”, y dice:
“Aquéllos a quienes se aplica este apodo lo reciben solamente como descriptivo de su estado individual como cristianos, y no como un distintivo, o nombre, por el cual podrían ser co nocidos como una sectas religiosa distinta. No es tiene ninguna peculiari dad doctrinal común u organización eclesiástica definitiva que tengan la apariencia de una comunidad separada, pero más bien del hecho que, mientras todos los demás cristianos están identificados con alguna sección peculiar de la iglesia de Dios, las personas conocidas como “hermanos” rehúsan absolutamente de ser identificados con ninguna (agrupación).
“Su existencia es, en hecho, una protesta contra toda fracción sectaria y la base principal de su separación de las diferentes entidades, a las cuales la mayoría de ellos ha pertenecido alguna vez, es que las practicas por las cuales, en todas las sectas, la comunión de verdaderos creyentes entre si es obstaculizado o impedido, no tienen apoyo en la Palabra de Dios. Ellos (los her manos) no ven ninguna razón valedera porque la Iglesia (compuesta de to dos los verdaderos creyentes), que realmente es una, no sea visiblemente unida, teniendo como su única unión de comunión y barrera de exclusión, la recepción o el rechazo, de aquellas vita les verdades por las cuales se distin guen el cristiano del incrédulo… Los “hermanos”, por lo tanto, pueden ser representados como compuestos de todos aquellos que, profesando en for ma práctica todas las verdades esenciales a la salvación, reconocen que cada uno, por ese solo hecho, es un verdadero miembro de la única iglesia. Una diferencia de opinión sobre cualquier otro asunto no se considera como suficiente base para separación”.
Creemos que esta es una descripción muy acertada de nuestra posición y debiéramos tener mucho cuidado de no proceder ni ensenar nada que dé a ninguno motivo para decir lo contrario.
No tenemos lugar en este corto articulo para entrar de Ileno en un tema tan vasto, pero lo encomendamos a la detenida consideración de todos los hermanos en general y de los sobreveedores en particular”.
Geo. H. Frenc
Publicación eventual de la Comisión de Conferencias de Buenos Aires y alrededores – Junio 1997
Identidad Histórica
2 Samuel 23.15.17
Las Asambleas están atravesando un momento difícil en Argentina y en otras partes también.
Por un lado iglesias mezcladas, vinculadas con el denominacionalismo, confundidas, divididas, sin objetivos, afectadas por liviandad, superficialidad y mundanalidad.
Por otro, un grupo que trabaja y puja por no perder su tesoro mas precioso: la continua identificación con los principios escriturales de reunión y en base a ellos crecer y desarrollar su vida espiritual.
Debemos volver a los principios que abrazaron los hermanos que dieron origen al movimiento espiritual que nos identifica, pero mas, a los principios bíblicos que nos dieron identificación como Iglesias cristianas y evangélicas.
Nos remontamos a 1820 cuando varios creyentes de Dublin (Irlanda), no conforme con las practicas y doctrinas denominacionales buscaron un verdadero avivamiento. Así nacio el movimiento de los hermanos, como una reactivacion al insano denominacionalismo que existia.
Este movimiento del Espiritu de Dios surgio en varios lugares simultaneamente. En Irlanda, Inglaterra, Italia y otras regiones.
Entre los primeros hermanos podemos citar a E. Cronin, A. roves, J. Bellet, J.N. Darb , C.H. Mackintosh, B. Newton, R. Chapman, E. Payne, Conde Guicciardini, T. Rosetti y otros.
Las primeras iglesias funcionaron en las ciudades de Dublin, Plymouth y Bristol. En esta l última se destaca un gigante espiritual como fue J. Miller junto a E. Craik.
Estos hermanos con espíritu obediente y sencillo, (muchos de ellos eruditos) buscaron escudriñar las Escrituras y descubrir la doctrina bíblica distorsionada por las denominaciones y formaron asambleas, “sin reglas”, deseando solo obrar seguir el Señor diera luz mediante su palabra. Dejaron nombres denominacionales para llamarse sencillamente como lo manda la Escritura, “hermanos” “santos” “cristianos” o “discípulos”.
En los comienzos mantenían comunión con otros hermanos que no pertenecieran al grupo e las asambleas, siempre que fueran sanos en la fe, y sostenían que la mesa del Señor era amplia para todos los creyentes, sin exclusiones.
Este principio, especialmente sostenido por la iglesia de Brístol, hizo que les llamaran “hermanos neutrales o abiertos”, o “libres”, separandose de aquellos que no aceptaban a otros creyentes por lo tanto eran “exclusivos’. . Esto ocurría alrededor de 1845.
¿Cuales fueron las principales doctrinas que redescubrieron o ratificaron y son la base de las asambleas hasta hoy?
1. Las Escrituras como única base de fe y conducta.
2. La deidad y supremacia de la persona del Señor Jesus.
3. El bautismo como ordenanza solo para creyentes y por inmersion.
4. La reunion del partimiento del pan cada primer dia de la semana.
5. La diferencia de dones en la asamblea y la libertad que debe tener el Espiritu Santopara usarlos.
6. El sosten de los siervos de Dios con ofrendas provenientes solo del pueblo de Dios.
7. La permanencia de la salvación en el creyente.
8. La “bienaventurada esperanza” de la venida del Señor Jesus y la fe premilenial, (es decir la venida del Senor por los suyos anterior al Milenio).
9. La comunion con hermanos e Iglesias sanos en la fe, admitiendo en la mesa del Se¬nor a hermanos de esas caracteristicas.
10. La reunion al solo nombre del Senor Jesus, sin reconocer nombres denomina¬cionales.
11 El gobierno de la iglesia mediante el consejo de ancianos.
12. La determination de la disciplina por la iglesia local y a inistrada por sus ancianos.
13. La autonomia de cada iglesia local, sin depender de un sinodo, ni ninguna cabeza visible, sino directamente dependiendo del Señor.
14. Un espiritu evangelizador y misionero pujante.
Volvamos a esos principios, amandolos y obedeciendolos, como identification con aquellos a quienes les ha costado mucho transmitirlo hasta nosotros.
Autor: Eduardo Cartea
El movimiento de los Hermanos
Durante las dos primeras décadas del pasado siglo XIX, el Espíritu Santo produjo un avivamiento entre hombres y mujeres, que en el correr de los años recibirían el nombre de “Hermanos Libres “.
Las grandes denominaciones protestantes, Anglicanos, Luteranos, Presbiterianos, Bautistas, Metodistas y otras estaban establecidas y organizadas, formando compartimentos estancos, con poca comunión entre ellas.
Fue, en parte, como reacción a esa situación, que hermanos y hermanas de diferentes denominaciones volvieron a la sencillez del Nuevo Testamento, orando, leyendo la Biblia y más tarde, Partiendo el Pan juntos.
Esta situación se hizo simultánea en diferentes lugares, de forma que es difícil determinar exactamente donde empezó. El movimiento fue autóctono en Irlanda, Inglaterra, Suiza francesa e Italia. Rápidamente se extendió a América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y luego a muchos países de los cinco continentes, entre ellos España.
Las Asambleas de Hermanos en la Suiza francesa se iniciaron a principios del siglo XIX y fueron el resultado directo del avivamiento que se produjo en la ciudad de Ginebra. La primera Iglesia independiente en la ciudad fue fundada en 1817 y tomó como nombre “Iglesia según la Palabra de Dios”; esta Iglesia reconocía a Pastores y Ancianos. En menos de diez años ya estaban establecidas doce o quince Iglesias semejantes en la Suiza francesa.
La fecha comúnmente aceptada como inicio del movimiento en la Gran Bretaña es entre 1825-28, aunque se encuentran claros indicios de su gestación en diferentes lugares en fechas anteriores.
En Italia, el movimiento fue autóctono, pero tuvo lugar con posterioridad y puede decirse que fue el resultado de volver a la sencillez del evangelio de algunos valdenses del Piamonte. En 1851 se convirtió el Conde Guicciardini, quien inició reuniones en Florencia. Por causa de la persecución tuvo que exiliarse en Inglaterra, donde fue recibido por las Asambleas de Hermanos. A partir del momento en que pudo regresar a Italia, las Asambleas en Italia guardaron una íntima relación con las de Gran Bretaña.
En aquellas primeras y sencillas reuniones, lo que importaba era el “nuevo nacimiento” de los que se reunían, sin tener en cuenta la denominación de la que procedían, ni la forma en que habían sido bautizados (por aspersión o por inmersión).
Se leía y estudiaba la Biblia sin los condicionantes de las escuelas teológicas, pero esto no quiere decir que esos primeros hermanos no tuviesen grandes y profundos conocimientos bíblicos.
Algunos de ellos procedían del “Trinity College” de Dublin , otros eran auténticos eruditos en griego y hebreo, otros ejercían profesiones liberales con títulos universitarios en diferentes materias.
Algunos pertenecían a la aristocracia y poseían títulos nobiliarios e importantes fortunas, otros eran obreros sin posesiones. Como su número iba en aumento empezaron a reunirse en garajes, en almacenes o en locales alquilados. Aunque no existía ninguna clase de organización que los aglutinase tenían rasgos comunes:
1. Un espíritu de comunión y fraternidad. Por encima de todo lo que humanamente podía separar, lo que prevalecía era la unidad en Cristo; todos los “nacidos de nuevo” eran hermanos en Cristo.
2. El leer la Biblia, orar y tener reuniones, sin necesidad de que fuesen presididas por un Pastor ordenado y con determinados estudios.
3. La gran importancia que se daba al libre ejercicio de los dones del Espíritu Santo, sobre todo a los de enseñanza, de pastoreo y de evangelización
4. El Partimiento del Pan que se realizaba todos los domingos y que era de libre participación para todos los hermanos.
5. El sacerdocio universal de todo nacido de nuevo, en la adoración, la oración y el testimonio.
6. El volver a las profecías de la segunda venida de Cristo, que habían quedado un tanto olvidadas.
7. La importancia de la Iglesia local. Las Asambleas tenían vida autónoma y estaban gobernadas por un Consejo de Ancianos. Rápidamente el único bautismo que se reconoció fue el de inmersión. Darby, antiguo pastor de la Iglesia Anglicana, fue la excepción, al seguir reconociendo el bautismo por aspersión.
8. La obra social. Son universalmente conocidos los orfanatos de Jorge Müller y las escuelas que se establecieron en muchos lugares.
9. La obra misionera. No solo evangelizaban en sus ciudades y los alrededores, sino que muchos de ellos también fueron a países lejanos para llevar el evangelio a “todo el mundo” y a “toda criatura”.
El nombre de “hermanos” fue dado desde fuera del movimiento, ya que llamaban “hermano” a todo aquel que era “nacido de nuevo”. El llamarse “Hermanos”, con mayúscula y como signo distintivo, provocó y aun provoca muchas reticencias, porque los que iniciaron el movimiento no pensaban crear una nueva denominación.
Dada la importancia que adquirió la Asamblea en la ciudad inglesa de Plymouth, que en quince años de vida llegó a tener más de mil miembros activos, al nombre “hermanos” se le añadió el apellido “de Plymouth”: “Hermanos de Plymouth”. Esta denominación ha quedado en desuso.
El último domingo de 1845, a los veinte años de iniciarse el movimiento, tuvo lugar un cisma que lo dividió en dos partes bien diferenciadas; los de “comunión abierta”, que había sido una de las características distintivas, y los de “comunión cerrada”, que decidieron que sólo podían participar del Partimiento del Pan los que fuesen miembros de su círculo.
John Nelson Darby (1800-1892), descendiente del Almirante Nelson, Pastor de la Iglesia Anglicana, a la que abandonó para incorporarse al “movimiento de los hermanos”, fue un siervo de Dios de gran personalidad, erudición y profundos conocimientos bíblicos, aunque nunca llegó a renunciar al bautismo infantil por aspersión. Este siervo de Dios estuvo en la base y dio forma a los “Darbistas”, “exclusivistas” o “Hermanos cerrados”, tres nombres con los que se les conoce.
John Nelson Darby mantenía la doctrina de “la apostasía de la Iglesia”. Sostenía que la Iglesia, sin apóstoles ni sucesores de éstos, carecía de capacidad para reconocer a sus ministros. Por lo tanto, los verdaderos creyentes debían reunirse al margen de toda institución o estructura. Estos grupos separados, no sólo impartieron disciplina sobre individuos, sino también sobre Iglesias. Todo miembro de otra iglesia que no formase parte de su grupo también quedaba excluido de la Mesa del Señor.
Así se formó el “circulo de asambleas”, del cual Darby era la autoridad suprema y que como resultado de su extraordinaria firmeza se mantuvo unido hasta su muerte en 1882.
Su influencia se dejó sentir mayormente en Inglaterra, en la Suiza francesa, donde efectuó una traducción de la Biblia que lleva su nombre, y en Alemania, donde participó en una traducción la Biblia al alemán, la Traducción Elberfeld. En España también se establecieron algunas Asambleas “exclusivistas”, aunque hoy están en vía de extinción.
Los “Hermanos cerrados” no crecieron. Recientemente, en Suiza y Alemania, bastantes de las Asambleas cerradas han vuelto a la comunión de las Asambleas abiertas.
Después de la división, las Asambleas abiertas continuaron con su ímpetu evangelístico y misionero.
Tan paradójico como el cisma producido por Darby, fue la aparición en muchos países de una tendencia “cerrada” dentro de los “Hermanos abiertos”. Esta tendencia, aunque no es tan cerrada como el “Dar-bismo exclusivista”, produce tensiones y pone en peligro la comunión dentro del grupo.
Al aceptar la etiqueta de “Hermanos abiertos”, lo hacemos con profunda humildad, reconociendo que si continuamos, no es por ningún mérito propio, sino solamente por la fidelidad y la Gracia de Dios.
Junto con todos nuestros “hermanos”, en minúscula, lleven la etiqueta que sea, proclamamos: “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre… a El sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” (Ap. 1:5-6).
Fuente: Publicación conmemorativa del “125 Aniversario de las Asambleas de Hermanos en Cataluña” – Església Evangèlica c/ Terol 22
Identidad Doctrinal
Si hay un asunto en que los hermanos, que dieron origen al movimiento del Espiritu Santo Ilamado “las Asambleas” o de los ” hermanos abiertos o libres” hicieron énfasis. fue en una genuina base escritural para las doctrinal que sustentaron y las practicas eclesiasticas y de vida cristiana que buscaron cumplir.
Esto respondio a un auténtico deseo de volver al Libro de Dios, y hallar, no excusas bíblicas. sino principios bíblicos donde apoyar y justificar la fe y conducta de los creyentes.
Los primeros hermanos -por identificarlos asi- sintiendose a disgusto ante doctrinas y prácticas de sus denominaciones -que no podian confrontar con las Escrituras-. buscaron reunirse sencillamente al Nombre del Señor y estudiar juntos Ia Palabra. Asi surgio aquel bendito avivarniento.
Siempre es asi. En los tiempos biblicos y post -biblicos. los avivamientos surgieron como resultado de una autentica vuelta al Libro.
1 . Principios Escriturales.
Los hermanos abrazaron una fe sencilla basada en principios escriturales, y sobre ellos elaboraron y sostuvieron un “cuerpo de doctrina”.
¿Qué queremos decir con la expresion “principios escriturales”?
Principios son leyes, reglas, normas, fundamentos, sobre los cuales se desarrolla rata doctrina, y en este caso son esencialmenle correctos, adoptados con conocimientos y resolución. Cuando un principio es correclo, lo es más allá del tiempo, el lugar, y las circunstancias.
“Cuando hablamos de principios escriturales -dice P. Gibbs- nos referimos a principios que gozan del aval de la enseñanza general de la Palabra de Dios en sus preceptos y tambien en su práctica”.
Es importante destacar aqui algunas cosas.
1.1. La Biblia es un libro de principios. No es un código moral. No satisface literalmente todas las inquietudes de la razón hurnana.
No contiene todos los temas explícitamente. Pero. porque es un libro de principios, y estos son el reflejo del caracter de Dios. cuando el creyente conoce estos principios, conoce la mente y la voluntad de Dios en todas las circunstancias de la vida.
1.2. Si hablamos de “principios escriturales” que gozan del respaldo de toda la Escritura, estamos manifestando la confianza en la totalidad de la doctrina revelada en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, sin excluir ningun texto. ningun parrafo.
En general las herejias o doctrinas de error estan basadas en un contenido parcial de la Escritura, soslayando pasajes que puedan contradecirlas.
Cada declaración bíblica debe interpretarse a la luz de todas las demás escrituras que tratan el mismo tema. Esto es de vital importancia.
Hemos de toner en cuenta que los ” hermanos no adoplaron ningun credo que sirviera de fundamento denominacional”, como es común en diversos grupos confesionales y paraeclesiasticos. En general, los credos son limitados. incompletos, y muchas veces no exponen ideas con la claridad suficiente para que sirvan de regla común.
1.3. Si hablamos de “principios escriturales” estamos sosteniendo nuesira absolula y única confianza en las Sagradas Escrituras creyendo que ellas son completas, infalibles, inerranles y autoritarias.
Hoy existe un peligro. y es el de la complementacion de la verdad revelada con la experiencia. En general. el movimiento carismático se orienta experimentalmente. La Biblia se usa para apoyar la experiencia de sus miembros, y esas experiencias se toman como reglas de fe.
“La formula -dice G. Gardiner en su libro La Catastrofe de Corinto, Clie, p. 56- he tenido una experiencia. En la Biblia encuentro experiencias corno la mia. Por tanto mi experiencia es biblica”. Y agrega, “[…] es una formula peligrosamente engañosa. ¿por que?
1) Las experiencias son, a menudo. contradictorias […. ]
2)La experiencia puede ser emocionalmente poderosa. pero también peligrosamente engañosa […]
3) Si una experiencia concuerda con las SS. EE., bien. Pero si no esta en armonia con la Palabra revelada, hay que abandonarla […]”
2 . Interpretación de las Escrituras.
Los hermanos descubrieron una recta hermeneutica y una sang exegesis para la interpretacion y ensetianza de las Escrituras.
¿Que es hermeneutica? Es un término que significa intetpretación. Asi que, respecto a la Biblia, se refiere a las normas de interpretacion del texto biblico.
Exegesis, forma parte de la hermeneutica y es la aplicacibn de esas normas de interpretacibn, estableciendo el correcto significado do los tdrminos biiblicos.
Saber esto tiene mucha importancia, sobre todo en dias como los que vivimos, en los que el enemigo esta tan ocupado no en destruir las Escrituras, perseguirlas, negar su lectura, como en otras dpocas, sino mss bier, y con mejores resultados para dl. torcidndolas. interpretando¬las en-Oincamente. generando, a travds do mdto¬dos muy astutos doctrinas de error que haccn que muchos scan engatiados y se desvien de la verdad (2 Pedro 3:16).
Debcmos cuidar mucho la lectura de libros hoy en dia ya que si no se tiene buen discernimiento escritural, puede darse como correcto lo que uno lee -comunmcnte es ask y errar. Debemos conocer bien a los autores y las editoriales, para saber a qud linea doctrinal respon¬de un libro determinado.
Hay varias formas de interpretar las Escrituras, o, dicho de otra manera, hay distintos ti¬pos de hermeneutica. Mencionaremos dos de
ellas: la literal, y la aleg6rica.
• Los he rmanos siguie ron y ensenaron la interpretaci6n literal, normal o liana de la Palabra. Y esto tiene gran importancia. Si no se tiene como regla interpreter las Escrituras en su sentido mss normal y literal se puede Ilegar, fa¬cilmente, a conclusiones caprichosas de acuerdo a quidn las interprets.
* Asi, pués, el lenguaje biblico es sencillo y dirccto y aunquc contenga figuras, simbolos. tipos y aun alegorias, no debc tomarsc sicmprc como lenguaje figurative, sino, en general. en forma literal.
• Ahora bicn, los hernianos descubrieron rata tipologia may rica en las Sagradas Escrituras -especialmente en el Antiguo Testamento- Ilena de preciosas lecciones que surgen de pasajes (lei Nuevo y explican aqudllos. Por e¬jemplo i.quidn que los haya leido no vibr6 con la tipologia (lei Pentateuco explicada en los Iibros de C. H. Mackintosh, uno de los primeros hermanos de las Asambleas?
• i,Qud es un tipv’? Es una figura. un simbolo. comunmente hallado en el Antiguo Testamento, que tiene su antitipo, es decir su explicacion, su realidad en el Nuevo Testamento, por ejemplo el cordero de la Pascua, como tipo del Senor Jesus (I Corintios 5:7) o el Taber¬naculo. o las Fiestas de Jehova, etc.
La diferencia care alegoria y tipo es que dste, a diferencia de aquella, se ajusta a la ex¬plicacibn de la doctrina que encierra, sin forzar el contexto (ejemplo Hebreos 9:23-24). En rea¬lidad toda la carta a los Hebreos explica la riquisima tipologia del Tabernaculo y los sacrificios del culto aarbnico, aplicando su leccibn espiritual para nosotros, en cuanto a la obra re¬dentora, santificadora e intercesora de nuestro Gran Sumo Sacerdote. Cristo Jesus.
• Hay simbolos legitimos do la Palabra de Dios. sobre los que se puede desarrollar – como decia Spurgeon- una “imaginacibn santificada”. Pero no debemos caer en el error de espiritua¬lizar todo. Hay pasajes que son especialmente escritos para Israel, otros para los gentiles, y otros para la Iglesia del Señor.
• Es necesario tener en cuenta que el tipo, la alegoria, el simbolo. Us parabolas, y las demas figuras retoricas sirven para ilustrar las doctrinas, no part producirlas.
i,Cual es entonces la hermendutica que consideramos correcta y que fue y es seguida por las Asambleas hasty hoy? Es aquella basada en ciertos principios biblicos, de los que mencionamos los siguientes:
1. lnterpretación gramatical, dando a las
palabras su verdadero significado, es decir usando una corrccta exdgesis.
2. InierpretaciOn de acuerdo con el contexto, no tomando versiculos aislados sino den¬tro del contexto gramatical, del estilo literario, historico, tematico, etc.
3. Comparación de Escritura con Escritura, por to que un pasaje oscuro, o aparentemente contradictorio. no puede invalidar una doctrina claramente apoyada en otros pasajes.
4. Distinción entre uuerpretacnón y aplicación: la interpretaci6n debe ser literal pero puede tener una aplicacion espiritual. Aqui justamente es donde se esconde toda la riqueza de la tipologia btblica.
Conclusion
Habiendo heredado de los hermanos la fidelidad a los principios escriturales, una correcta hermenáutica y sana exégesis, sigamos aplicando a nuestro estudio personal y a la ensetianza do la Palabra de Dios esta saludable práctica.
Autor: Eduardo Cartea